martes, 29 de octubre de 2019

Historias comunes de personas comunes

Por el Docente Emilio Vandenberghe


En el idioma Tupi existe una palabra que denomina a las piedras que suenan por estar en las corrientes de los ríos, “la piedras que cantan”  y la palabra es itaipu.

En un  hermoso domingo marplatense y paseando por las rocas de Waikiki, en Punta Canteras, en mi ciudad, Mar del Plata, me topé con muchas itaipu que le cantaban al pasado con inscripciones que me pagaron un inmediato pasaje a los tiempos idos, llenos de misterios e interrogantes que invitaban a la fantasía.

Cinceladas en la piedra se mostraban las efemérides íntimas de muchas personas. ¿Qué será de esa gente? ¿Qué habrán sentido Silvio y José Pérsico el 10 de Agosto de 1945 al grabar en la roca sus nombres justo el día después del horroroso bombardeo nuclear a Nagasaki y a cuatro días del de Hiroshima? Ese mismo año se produciría la gran manifestación popular en apoyó al Coronel Perón y que marcaría toda la historia futura del país.

Esther, Norma, Jorge y Monica, decidieron hacer entrar sus nombres en el arte popular rupestre un 28 de Febrero de 1966, sin saber que ese año sería crucial para el país, sería derrocado el Presidente Illia, asumiría Onganía, desavenencias sociales inmortalizadas por nuestros queridos Quino y Mafalda.

O Elvio en el 1955, año trágico en nuestra historia, de mucha sangre, de mucho desencuentro, pero de nacimiento de una época dorada, hacía su irrupción el rock nacional, ya estaba sonando  Eddie Pequenino y su conjunto Mr. Roll y sus Rockers.

Cuando Luis Delconte grabó lo suyo el 13 de Febrero de 1932 -hace ya 87 años-  a pocos metros veraneaba el futuro Presidente Agustín P.Justo que asumiría el 20 de Febrero de ese año bisiesto. Antonio Berni exponía en París.

¿Qué será de la vida de Lala, de Sergio, de Zarpas, de Aurelio, de Alberto Pérsico que talló su nombre en 1985? ¿Serían los Pérsico, José, Silvio y Alberto parientes?, sería Alberto hijo, nieto o simplemente una coincidencia? ¿Qué será de esos amores declarados trabajosamente en la dura roca? Grabados solitarios ¿deprimidos, vanidosos? quién sabe… Alegres de grupos de amigos, enamorados de parejas.

La intensidad de los sentimientos empujaba con tozudez al cincel en su cometido histórico. La playa siempre guarda sus misterios y las personas también.

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